27 noviembre, 2014

Ruinas.

Me siento tan vacía, tan insensible, y es ridículo, porque me siento totalmente frágil y sensible.
Me contradigo a mí misma, y son los momentos como este los que me hacen querer grabar todo lo que se me pasa por la cabeza, porque son cosas tan preciosas y destructivas, que, para mí, alcanzan la belleza más absoluta en cuanto a ruinas emocionales.
Porque soy así, porque cuando creo que he conseguido organizar mi vida,cuando me siento en lo alto de un rascacielos de felicidad, mis cimientos tiemblan y me derrumbo, quizás sin motivo aparente, quizás con un motivo que solo conoce mi subconsciente.  Y vuelvo a ser un cúmulo de ruinas emocionales.
Porque siempre uso la esperanza como cimientos, porque en cada planta uso cada una de las sonrisas, de las miradas, de las palabras que he recibido y he dedicado. La alegría de una sonrisa, el sonido tan precioso de alguien riendo, la sinceridad de una mirada, el cariño de las palabras.
Pero todo eso es una fachada, y se acaba derrumbando si no tiene donde apoyarse. Y cuando me doy cuenta de que todo lo que he construido es mentira, que todo es una fachada para transmitir algo que no siento, me derrumbo.
Porque podemos construir cualquier cosa teniendo como base la esperanza, pero sin dejar de ser lo que somos.

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