16 noviembre, 2015

¿Qué quieres cuando seas mayor?

Una pregunta sencilla, ¿cierto? Pero cuantos más años pasan más compleja se vuelve la respuesta.

  • Me gustaría ser psiquiatra, pero no soportaría la dureza de ese trabajo.
  • Me gustaría ser psicóloga, pero no soportaría a alguien llorando en mi consulta, porque yo acabaría llorando también.
  • Me gustaría ser profesora, pero no sería capaz de enseñar a tantos niños.
  • Me gustaría ser arquitecta, pero no me fiaría de mis edificios.


"De mayor me gustaría ser..."
¿Feliz?
¿Alegre?

Yo de mayor no sé si quiero ser psicóloga, profesora o arquitecta, pero quiero ser alguien de quien poder sentirme orgullosa.
Alguien que, al mirarse al espejo, viese todas sus metas cumplidas, alguien con las cosas claras, alguien orgullosa de sí misma, alguien con la capacidad de curarse sus heridas.

08 noviembre, 2015

Nos separa más de lo que pensamos.

Nos separa muy poco.
Sólo una vida de diferencia.
Sólo un muro, y una puerta metálica. 
El frío mármol y aquel epitafio me dicen que no te he dicho suficientes veces cuánto te quiero, que todos los abrazos y los besos que te he dado no han sido suficientes. 
Mis lágrimas amargas demuestran que te echo de menos más de lo que puedo soportar.
Esas flores que todos te dejan me dicen que no hay vuelta atrás. 
Mi silencio demuestra que ya no me puedes escuchar, y que por eso no merece la pena gritar y preguntar por qué.

Nos separa muy poco, pero más de lo que pensamos.


El reloj que nunca marca la hora.

"A las dos, serán las tres."

Pero tú no cambias la hora de ese viejo reloj de pulsera que siempre llevas. 
Prefieres dejarlo como está para no crearte más confusión.
Y porque no piensas que sea verdad eso de que es por ahorrar energía.
Para ti las dos serán las tres, pero tu reloj seguirá marcando las dos.




"A las tres serán las dos."

Hoy, yo tampoco cambio la hora del reloj de mi memoria, pues aún te recuerdo. 
Porque no sólo pierdo o gano horas con los cambios al antojo de esas dos manecillas.
No gano momentos para recordar contigo, 
pierdo el tiempo pensando cómo sería todo sin aún pudiera abrazarte.
Distinto.
Diferente.




Pero ahora, descansa, has vivido mucho, y tu reloj ya no marca la hora.


Algún día volveremos a encontrarnos.
Y podré darte las gracias por todo.