Hemos perdido. Lo hemos perdido todo...
Hemos perdido las ganas de conocer cosas nuevas por el miedo a encontrar algo que no nos guste.
Hemos perdido la poca compasión que nos quedaba.
Hemos perdido la poca humanidad que nos distinguía.
Hemos perdido cualquier rastro de ganas de ayudar porque ya no nos importa nadie.
Hemos perdido cualquier ápice de ganas de vivir porque no queremos vivir como nos toca.
Hemos perdido las ganas de sonreír porque la vida siempre es injusta con nosotros.
...aunque también hemos ganado. Hemos ganado demasiado.
Hemos ganado en egoísmo por no querer compartir algo que no es ni siquiera nuestro.
Hemos ganado en hipocresía por mentirnos incluso a nosotros mismos.
Hemos ganado en venta de antidepresivos y en falsa felicidad porque estar triste está mal visto.
Hemos ganado en deshumanización pues cada día sentimos menos por nosotros mismos y por el resto.
Hemos ganado en riqueza porque los pobres ya no quieren vivir.
Y ahora no sé si es mejor proclamarse ganador o perdedor, porque hemos entrado en crisis.
Una crisis de valores dónde o traes verdes praderas en tus bolsillos o nadie te oirá quejarte por mucha razón que lleven tus gritos.